La percepción extrasensorial también abreviada PSI abarca todo aquello que se precie fuera de lo que se considera normal y que no implica la utilización de los sentidos tales como los conocemos, porque se establece una comunicación entre la psique, o interacciones mente-materia que no pasan a través de nuestros sistemas de recogida habituales.
Entre las percepciones extrasensoriales más comunes distinguimos la telepatía, la clarividencia y precognición, que se diferencian entre ellas de la intuición en que dan lugar a la aparición de imágenes nítidas y que ofrecen suficiente información sobre hechos o acontecimientos futuros como para cambiar el patrón de actuación.
Definición Completa: La percepción extrasensorial
Muchas veces estos fenómenos son considerados como «poderes» o «súper poderes», pero los fenómenos PSI son meramente mecanismos cognitivos que implican otra realidad alternativa a lo que pasa de verdad y que puede suceder realmente o tal vez no y en este punto, podríamos definir que las personas sensibles a estas percepciones realmente son capaces de percibir estímulos desde otros planos o espacios temporales imperceptibles para las personas que no poseen tales cualidades.
La percepción más común y que un gran número de personas ha experimentado en todo el mundo es la telepatía, que consiste en la detección remota de estímulos (generalmente pensamientos de otras personas) utilizando la mente como receptor.
Algunos sueños telepáticos son erróneamente considerados como premonitorios, pues los estímulos telepáticos suelen producirse en la mayoría de los casos de forma totalmente consciente e incluso desempeñando actividades de la vida cotidiana.
La clarividencia es la percepción de la distancia de un lugar, objeto o evento sin la intervención de un emisor (a diferencia de la telepatía), y sin ninguno de los contactos sensoriales habituales como la visión, la radiestesia, etc.
La precognición es la percepción de los acontecimientos futuros que toma la forma de una corazonada que a veces puede ser un tanto difusa, pero que ofrece cierta certeza de que algo va a pasar y que también puede manifestarse como una premonición espontánea que en ocasiones sí puede manifestarse en sueños. La precognición desafía el sentido común porque desafía las leyes del tiempo y el espacio.
Características generales de las personas sensitivas
La mayoría de los fenómenos PSI se manifiestan en personalidades empáticas capaces de asimilar e interceptar las emociones de los demás, unas cualidades que suelen manifestarse desde la infancia al rededor de los cuatro años y que diferencia a estos niños del resto, que en la actualidad son conocidos como niños índigos o niños cristal porque la sensibilidad exacerbada de las emociones ajenas los vuelve extremadamente vulnerables.
La mirada de la Ciencia
Miles de estudios se han llevado a cabo para comprender como afectan y como se perciben estos estímulos entre las personas sensitivas, especialmente aquellos que perciben estímulos telepáticos que son los más comunes dentro del amplio espectro que abarca las percepciones extrasensoriales.
¿Por qué ir más lejos con la percepción extrasensorial?
El estudio de las percepciones extrasensoriales o fenómenos PSI se ha llevado a cabo principalmente para evaluar o estudiar el potencial de la mente humana, puesto que no se dan en todas las personas y los grupos que presentan estas cualidades parecen compartir ciertas características que los diferencian a nivel cognitivo.
Los fenómenos psi también han demostrado tener valor terapéutico y su estudio se inscribe dentro de la corriente de la nueva psicología positiva, la cual incluye la telepatía, la clarividencia y precognición ayudando a desarrollar el auto-conocimiento y los recursos mediante la empatía y la percepción de estímulos espontáneos, permitiendo el acceso a nuevas áreas de la mente o capacidades mentales inexploradas.
El enfoque terapéutico
Muchas personas que han experimentado la telepatía, la clarividencia o precognición se encuentran en una situación de «disonancia cognitiva» cuando las instituciones formales niegan la existencia de estos fenómenos. Lo más importante para el practicante es no trivializar la experiencia para evitar los dos extremos que a veces se presentan en la vida de estas personas a quienes creen locos o que tienen delirios megalómanos.