El zodiaco es, en astrología, la división de la banda celeste de las distintas trayectorias de los astros (el sol, la luna y los planetas) en diferentes sectores diferentes. Cada uno de ellos se asocia a un mes del año del que luego se extraerá el nombre de los signos del zodiaco.
Desde civilizaciones antiguas (como los griegos y los babilonios) han utilizado esta división a pesar de las técnicas rudimentales que poseían para poder estudiar el cielo.
Se piensa que el zodiaco es capaz de predecir actos futuros que están por ocurrir y que se asocia con la personalidad de cada persona de forma global (en base al mes en el que se haya nacido).
Existe cierta correspondencia entre los meses/signos del zodiaco con la constelación que lleva su mismo nombre. Un ejemplo muy destacado es la constelación de Escorpio. En el propio mapa astrológico de este sino se abarcan los 30 primeros días desde el 24 de octubre hasta el día 22 de noviembre. Astronómicamente el sol no pasa por la constelación de Escorpio durante ese proceso si no que lo hace por la constelación de Virgo (en parte) y globalmente por la de libra.
Zodiaco y piedras preciosas
Aunque no mudas personas lo sabe, lo cierto es que los signos del zodiaco también se asocian a piedras preciosas siguiendo esta lista:
Aries – Rubí.
Tauro – Topacio.
Géminis – Carbunclo.
Cáncer – Esmeralda.
Leo – Zafiro.
Virgo – Diamante.
Libra – Jacinto.
Escorpio – Ágata.
Sagitario – Amatista.
Capricornio – Berilo.
Acuario – Ónice
Piscis – Jade y amatista.
También se atribuye la dureza del propio material a las personas nacidas bajo esos signos así como las propiedades específicas de cada uno de ellos.
En general, el zodiaco está cargado de todo tipo de simbología que ha sido utilizada a lo largo de todos los tiempos.
